LLAMADOS A LA SANTIDAD

LLAMADOS A LA SANTIDAD

 

1.   SIGNIFICADO

• Es la alegría de hacer la voluntad de Dios con una sonrisa. (Madre Teresa de Calcuta).
• Es buscar la plena identificación con el Señor Jesús en su manera de pensar, sentir y actuar.
• Es decir, entrar en comunión con Dios, no solo en la oración, sino a través de obras de justicia  y caridad hacia nuestros semejantes.
• Es ser perfecto, como Dios es perfecto. Dios quiere que nos perfeccionemos en todos los aspectos, tal como :

-     Físicamente. Cuidando nuestra salud y respetando nuestro cuerpo.

- Intelectualmente. Desarrollando al máximo nuestra inteligencia (para ello debemos permanentemente leer, estudiar e investigar).

-      Moralmente. Ordenando nuestros deseos y sentimientos.

• Es llevar con alegría las dificultades que nos presenta la vida, ya sea en casa, en la escuela, con los amigos, tratando de hallar solución a los problemas.

2.   MEDIOS PARA LOGRAR LA SANTIDAD. El Señor Jesús y la Iglesia nos ofrecen los medios siguientes para ir logrando progresivamente la santidad :

• La oración 
• Los sacramentos
• Los mandamientos
• La Ley del Amor
• Las obras de misericordia ( corporales y espirituales )
• El auxilio de María Santísima.
• El conocimiento de uno mismo.

3.   DIOS NOS QUIERE SANTOS

Dios es santo y nosotros que somos su imagen y semejanza, también debemos ser santos. Nuestro modelo inmediato de santidad es Jesucristo, quien nos comunica el espíritu de santidad que ha de transformarnos. Por eso dice el apóstol Juan en su primera carta:

“Queridos hermanos, desde ya somos hijos de Dios aunque todavía se ha manifestado lo que seremos al fin. Pero sabemos que cuando Él se manifieste en su gloria, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es” 1 Jn. 3, 1-2.

Hoy más que nunca la santidad es una exigencia “... Sean perfectos como es perfecto mi Padre celestial que está en el cielo” (Mt. 5,48) 

A veces nos parece muy difícil ser buen cristiano, pero realmente con la gracia de Dios y las buenas acciones podemos ser felices.

La perfección a la que estamos llamados todos ( pobres, ricos, solteros, casados, viudos, religiosos, sacerdotes, niños, adultos, etc.) no se consigue fácilmente. Es necesario nuestro esfuerzo, dedicación y sacrificio.